domingo, 26 de abril de 2015

Alejandome del centro


Sentirse abrumado, exhausto, devastado.
Sentirse ahogado en problemas tontos que vagan por nuestra mente.
Querer escapar.
Poder escapar.
Subirse a un micro que promete distracción.
El micro arranca.
Lentamente te aleja de tu lugar, de las cosas conocidas.
Con el paso de los minutos observas nuevos paisajes durante la larga noche que desconocias.
Disfrutas alejarte.
Queres más.
Queres estar mas lejos aun.
Queres ir mas allá de lo lejos.
El micro concede ese deseo y no se detiene.
Seguis viajando, alejandote cada vez mas y mas durante horas que se simplifican a una ruta oscura y vacia que parece jamas terminar.
El amanecer llega.
La ruta se termina y se hace camino.
Ves edificios, casas, un cielo nuevo.
Bajas del micro a una tierra nueva.
Respiras un aire renovador.
Te gusta la sensacion de lo nuevo.
Caminas sin que te importe hacia dónde.
Qué mas da perderse cuando ya estás perdido.
Encontras un paraiso.
Te detienes a admirarlo.
A tocarlo
A sentirlo.
Respirarlo.
Y dejas que esa inmensidad se lleve todos tus malos pensamientos y sentimientos flagelantes.
Te entregas a la inmensidad.
Ella te libera.
Sabes que alejarte fue la mejor idea que pudiste haber tomado.
Miras la inmensidad de lo que parece infinito.
Te das cuenta de que estas vivo y que no vale la pena llenarse de problemas absurdos.
Lloras.
Te desahogas.
Y con la inmensidad frente a tus ojos.
Sonries.



(OMG mis piernas parecen enormesssss D: whatever)

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